martes, 18 de marzo de 2008

Carta




















Diosa que habitas dentro de mi alma, dentro de cada partícula de mi ser. Me inspiras cuando ya nada me inspira, y hablas a través de mí, como si mi cuerpo fuese sólo un instrumento para materializar las palabras que no tienen lugar en este mundo tan irreal. Sólo tú conoces la verdad, la única verdad que recide en cada uno de nosotros. Sólo tú conoces el camino hacia la realidad, aquella de la que nosotros hemos sido privados, pero que tarde o temprano regresaremos a ella. Sólo tú eres capaz de abrir nuestros ojos, curar nuestra ceguera, como aquella que supo curar Jesús. Porque tú eres todo. Vienes a nosotros, te presentas como un ser humano, usas nuestro pobre lenguaje para hacer que nuestras pequeñas mentes comprendan lo maravilloso del amor. Eres tan sólo amor, y es todo lo que transmites. Tu sabiduría es infinita, tu belleza inalcanzable, tu presencia eterna. Te agradezco por tu bendito amor, por tu eterna bendición. Guíame, guíame de regreso a casa, que ha llegado la hora de regresar a mi hogar.

Flor de nueve pétalos que viajas a través de los mundos para llevarnos a nuestro quinto cielo. Tan sólo tú conoces las maravillas de la creación, tus hijos. Pensar que tú lo eres todo, y que somos igual a ti, y sin embargo nos dejas ver tu grandioso esplendor.

Aún te busco habiéndote encontrado. Perdona esta falta de sabiduría de este pobre ser. No soy capaz de entender aún la amplitud de tu amor, y temo fallar antes de comprender. Aún así te siento, o gran luz de nueve soles infinitos, tus bellos rayos iluminan también mi alma. Conocerte fue como si siempre te hubiese conocido, y que tan sólo mi memoria de corto plazo me hubiese hecho olvidar.

No hay nada ya dentro de mí que no piense en ti. Y no hay nada ni nadie capaz de alejarme de tu amor, tu tan bendito y eterno amor. Que pueda ser tu instrumento por siempre para transmitir tus bendiciones. Dame fuerza para aprender y crecer. Dame fuerza para ayudar cuando las palabras ya no alcanzan. Ayúdanos a salvar este mundo, nuestro hogar temporario. Hasta que todos encontremos nuestra senda a casa, y lleguemos a entrar en el reino del quinto Dios.

Alma mía, tan sólo alma, grandeza que brillas en cada ser. Tú lo eres todo, como eres nada. Y a la nada hemos de regresar…y así el todo encontrar.



viernes, 14 de marzo de 2008

Gracias, vida










Como el cielo al amanecer, la brisa cálida como tu piel, ya no hay oscuridad en mi corazón porque tú me hiciste ver lo que es vivir un ideal. Me mostraste un camino que yo supe seguir. Me guiaste a través de momentos de temor, me ofreciste tu mano, pétalos de la vida, oh gran vida. Déjame respirar tu aire, déjame ver lo que ven tus ojos. Sentir tu calor, vivir tu sueño y hacerlo mío, siendo parte tuya. Vida mía, te pertenezco. Cada suspiro es tuyo. Cada mirada, cada parpadeo de mis ojos hace referencia a tu preciada existencia. Estoy llena de este sentimiento sin explicación, perdida en un universo infinito de sensaciones indefinidas. Llévame a tu mundo, abrázame y hazme sentir amor. Gran corazón mío, pájaro de mi cuerpo, vuela alto a tu tan buscada libertad.

Palabras sin sentido, que de una manera natural se adaptan a la hoja que mantengo en mi mano. Mi mano, el instrumento de mi alma.

No pienso, solo siento. Oh, tú, alegría, que te posaste dentro de mí, me hiciste despertar. Hoy te vi frente a mí, como aquella luz, llamada sol.

Esperanza divina que me hiciste sonreírle a la vida. Lograste vencer las paredes de mi ser, liberándome. Sueño preciado, sueño vivido, sueño dormido que me hiciste crecer. Semilla a flor, flor a tierra. Tierra a semilla. Llevada por el viento, sin camino, solo sueño un sueño de amor. Dentro de ti, yo estaré cuando tú me busques. No hay fuerza más grande que el amor. No hay palabra más sincera que la que surge a través del amor. Tú eres el amor que busqué y encontré. Mi felicidad. Mi paz. Mi ser.

Gracias, vida.

lunes, 10 de marzo de 2008

Just thoughts
















Entire lives searching, for this one moment where we can say that we have found what we had forgotten for so long. A continuous line with no end, a path that someday will lead us home. There is unbroken continuity, and wherever we are, we will once return to the place we came from. There is this one moment were we can choose, one, which will change our present life. With no fear, with no doubt, we do what we feel we have to do. Everything is clear, all is an answer to the question we had for so long. We begin to learn every day, we begin to understand who we truly are. And slowly we will start to see that we were never alone. We are the creation, part of something we are not able to understand with our mind but feel with our soul. And so, we are reborn again, till everything ends.